Quieta, helada, inamovible...
Así quede cuando lo vi a la distancia. Estaba tan lejos que apenas pude distinguirlo entre la multitud, pero era el. Jamas lo confundiría.
Respire profundamente esperando que mis células volvieran a reconectarse y baje la mirada para despejar mi mente y comenzar a caminar de nuevo, lo medite por un segundo, pasar con la cabeza gacha haciendo todo lo posible por no ser reconocida o acercarme sonriente a su encuentro.
Por un segundo mi vida tan completa en un sentido e incompleta en otros, se agolpo en mi cabeza, siempre el maldito miedo al rechazo oscureciendo las esperanzas y apocando el futuro. Y aunque el fuera un pasado mas que lejano no dejaría que mi miedos me impidieran nada mas en la vida, mucho menos hablarle.
Así que puse la cabeza en alto y comencé a caminar firmemente en su dirección, hasta que lo vi de cuerpo completo, en toda esa alta y estilizada humanidad suya y me pude percatar que su brazo derecho sostenía a alguien.
Una mujer de vestido floreado y mirada turquesa buscaba algo entre la multitud, mientras sujetaba fuertemente de su brazo, de aquellos brazos, que siempre había sentido tan míos, pero que siempre habían sido ajenos en realidad.
Pensé en devolverme, retroceder lo recorrido y correr en dirección opuesta, pero de nuevo la adulta que se escondía en mis 1,62m de estatura me lleno de fuerzas para continuar caminando, y me fije en sus ojos esperando que sintiera que alguien lo observaba, me mirara y sentir su calida mirada sonriendo ante el reencuentro inesperado.
Y así fue... Ante mi sorpresa sonrió al verme, y espero a que me acercase para saludarme; yo que siempre he sido una persona incomoda no supe como hacerlo, hasta que una parte de mi que creia extinta estiro los brazos a los que automáticamente el se inclino para devolverme el gesto y por un instante me sentí como la ella de el, la que no había sido sino en esos 6 meses a su lado. Y de la cual no me acordaba. Y fui feliz siendo esa aunque fuera solo por un instante mas corto que un suspiro.
Después del saludo cuando el volvió a ser el cortes conocido y yo la mujer de pocas palabras me presento a su esposa, y comentaron algo acerca de un aniversario.
Sonreí, los felicite y remarque la memorable coincidencia de encontrarnos tan lejos de donde cada uno vivía y mas aun de donde nos habíamos conocido. Les desee lo mejor y seguí mi camino.... Esa fue la única vez en la vida que pensé lo vería otra vez
No hay comentarios:
Publicar un comentario